El corazón de Venecia es la Plaza de San Marcos, considerada "el salón más elegante del mundo", rodeada de una arquitectura impresionante, con sus históricos cafés situados en los antiguos soportales.
Lugar de encuentro desde la época de la República, la plaza de San Marcos sigue siendo el destino favorito de los venecianos y de los turistas que eligen este lugar para disfrutar de su belleza.
Al fondo se encuentra la majestuosa Basílica, bellamente decorada con preciosos mosaicos, que cubren el interior en más de 8000 metros cuadrados, y preciosos mármoles, principalmente de la región de Oriente Medio.
La luz que se refleja en los mosaicos dorados crea en su interior una atmósfera encantadora y sugerente que cambia a lo largo del día. Los altos campanarios dominan la plaza, de casi 100 metros de altura, con la estatua del Arcángel Gabriel en la punta.
El Palacio Ducal, símbolo de la época dorada de la Serenísima, completa la plaza con la Torre dei Mori (Torre del Reloj), obra maestra de la ingeniería que cuenta la historia de Venecia desde hace siglos; y el Palacio Napoleónico, que hoy alberga el Museo Correr.
A continuación, admirará el puente más antiguo de Venecia, el Puente de Rialto, construido en 1588 por el arquitecto Antonio Da Ponte, que sustituye al puente de madera más antiguo aún dañado por el fuego.
Terminará con una visita a la Basílica de San Juan y Pablo con su maravillosa arquitectura, pinturas, frescos y estatuas. Es conocido como el Panteón de los Dogos, ya que todos los Dogos fueron enterrados aquí.